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viernes, 18 de septiembre de 2009

El autor en Camaguey (1990)

MONÓLOGO DE LA CIUDAD

Ernesto R. del VALLE

Camaguey a mitad del s. XIX (Grabado de Laplante)

Antes de lluvia, ensueño, revuelo de palomas, fui leyenda.

Sobre la dura piel de mis sabanas fundaron mi nombre de ciudad indígena, me puse a madurar asombros memorables

Obelisco

(Sencillo obelisco en la antigua "Plaza de Méndez", donde fueran fusilados en 1851
Joaquín de Agüero, Tomás Betancourt, Fernando de Zayas y Miguel Benavides.
Era el extremo norte de la ruta "Libertad-Mártires")

junto a los hombres erguidos en la historia; y comenzó el sueño de mi geografía.

Colmenas que entallaron el aire de la Isla testimoniaron la firme corola de mi hallazgo.

Se abismaron los verdes de mis montes me colmaron violentas actitudes y principios como acero pujaron de mi vientre

la soberbia figura de Agramonte quien pulsó en los ovarios elementales de mi siglo los fuegos de luto de las otras muchas sangres que regaron mi cielo de piedras insurrectas.

Desde entonces estremezco los viejos adoquines de mi estampa, despierto del látigo secular y me renuevo limpia de estrellas y galaxias.

Airosa soy en mis llanuras porque las palabras de mis hombres limpian en su imagen los peldaños del amor en que transito.

ooCallejón del Cura, el más estrecho de Cuba.

Doy a la palabra su valor definitivo para rememorar calles estrechas y amplias plazas donde mis mayores aplaudieron polvo y fuego.

Hermosas principeñas en su total ardor.

Amalia SimonimmmmGertrudis Gómez de Avellaneda mmmm Aurelia Castillo

Fantásticas mujeres erguidas como claros cristales de recia mansedumbre, para rememorar las avenidas que se alzan junto al tiempo es que doy a las palabras su valor definitivo,

Plaza de San Juan de Dios mmmmmmm Plaza de El Carmen

oooooooooPlaza San Juan de Dios bbbbmmmb Plaza del Carmen

Plazas y callejas. Altos quicios de ciudad rescatada por la lluvia y patios de verde mejorana y toronjil.

Líquida memoria que canta un glu_glu de breves tinajas bajo los aleros coloniales.

Agua que humedece las pieles cordiales de negros y mulatos y pardos y chinos todos revueltos en el hechizo del folklore nacional.

Y finalizo la palabra en el azul distribuido; andamos diario a diario, la llama familiar sostiene mi ciudad de torres clericales y mediodías enraizados en el espeso corazón de su leyenda.

De la antología El asunto es estar localizable por Angela Hechavarría.

Editorial Oriente (1991) Sgo de Cuba. CUBA)

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