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Giordano por herejía fue derechito a la hoguera él que fue la primavera de nuestra cosmología
Servet, en la Anatomía estudiaba con fervor la circulación menor de la sangre en nuestras venas, murió entre las llamas, plenas de sacrílego terror.
Hereje fue Don Lutero cuando rompió con la Iglesia al no seguir con la necia inmovilidad del clero.
Quemaron el cuerpo entero y vivo de Doña Juana de Arco. La Inquisición. Por herética. Sanción que fue cumplida en el acto por tener terrible pacto con Luzbel ¡y eso es traición!
Por hacerle daño al bien quemaron libros de Ciencia y con ellos, la sapiencia se hizo ceniza también.
No ardieron en el Edén -porque fósforos no había- tío Adán y nuestra tía Eva, por comer del fruto inteligente, atributo tan necesario hoy en día.
Aquel Clero tan adusto, tan serio y conservador ha cambiado a su favor con el tiempo ¡y es lo justo!. Se ha eliminado el susto de ser asado en la hoguera ni te bañen la mollera con la cera derretida, hoy te borran de por vida, el alma y la vida entera.
Hay muchos excomulgados en este hermoso planeta desde loco hasta poeta, científicos y abogados de espíritus indomados. Filósofos soñadores de mundos sin sinsabores, mas quedan en la memoria de los pueblos y su historia, no sus excomulgadores
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