Por Ernesto R. del Valle.
Editor Revista Guatiní.
UNAS PALABRAS NECESARIAS.
Sí, se hace necesaria, hoy más que nunca, estas palabras para comprender que los escritores cubanos, (en este caso, escritoras) al margen de prejuicios ideológicos, unan sus ideas en aspectos tan importantes como la confraternidad, la importancia de la unidad y enriquecimiento de la poesía cubana en el universo literario y la necesidad de sobrevivir por encima de conceptos e ideas que alguna vez dividieron la armonía de los intereses comunes en dos formas de SER Y ESTAR, de escribir y de sentir las raíces de la cubanía, siendo una sola la historia de la Patria.
En pos de estos interesantes y a la vez modestos objetivos, me he propuesto hacer algunas preguntas, (las mismas), a escritoras cubanas que han decidido vivir fuera o dentro de la Isla de Cuba.
En este listado de colegas, se encuentran poetisas y escritoras de otros géneros.
En sus respuestas, estas mujeres que hablan de ensueño, de la esencia de ser de la poesía su importancia como tal en el enriquecimiento de la Nación Cubana, hay una equilibrada actitud de cubanía a pesar de que su salida de Cuba de alguna de ellas, acaeciera en los años tempranos de su infancia.
La nostalgia por su casa natal, las calles por donde alguna vez caminaron, los parques donde el viento revolvió sus cabellos, todo, recubierto como por una cáscara de brumas por ese “limazo” que aturde la memoria y la realidad de los años idos, pervive de manera fantástica en sus voces y sentimientos.
Lo que no sucede con quienes residen en Cuba, cuya propia llama, profunda raíz, y elevado y fuerte tronco revitalizan cotidianamente y vigorizan las vivencias materiales y espirituales.
Pero la Literatura Femenina, esta que nos vocea su fuerza telúrica, realizada aquí o allá, no importa dónde, tiene su fundamento en las raíces de quienes la aprecian, la enriquecen y hacen grande. Por tal motivo estas voces presentes, hacen valedera la importancia de una pronta reivindicación de los valores sustanciales del acercamiento de quienes en definitiva no hemos creado el mundo pero sí podemos hacerlo mucho mejor.
Es cubana-brasileña, viajera y lectora. Enseña a leer literatura en laUniversidad Federal do Rio Grande, Brasil, desde 1997. Antes, enseñaba en la Universidad Central de las Villas, Cuba, a partir de 1965. Como se puede ver, ha pasado casi medio siglo en el aula universitaria. Con los alumnos ha aprendido mucho. Escribir ha sido natural. Primero, libros de la profesión para desaprender, es decir, para aprender a pensar con cabeza propia. Después ha sido ficción, que da tanta alegría y es terapéutica. Las metáforas hasta curan. Pero, dice, no sabe cuándo la ficción comenzó a invadir todo lo que escribía. Ahora me siento más libre.
Es Licenciada en Filología. Miembro de la UNEAC. Reside en la ciudad de Santa Clara, provincia Villa Clara, Cuba. Se encuentro jubilada (fue especialista en información y bibliotecología, y más tarde investigadora literaria). Actualmente continúa su labor como poeta, investigadora y promotora. Tiene dos actividades principales: una tertulia en el Museo de Artes Decorativas, «La Décima es un árbol»:
http://www.cenit.cult.cu/sites/ladecima/index.htm
y, en la UNEAC, un proyecto investigativo.
Nació en la ciudad de Manzanillo, , se crió en Campechuela también parte de la provincia de Oriente (hoy Provincia Granma), un pequeño pueblo de costa que recuerdo con mucho cariño, sus amigos y amigas de infancia, algunos han muerto muy jóvenes y otros están allí, como Ana María , María Antonia, Sonia, Teresita etc. Salió de Cuba en el año 1966 rumbo a España, donde vivió por un tiempo y luego se radicó en New York City donde todavía reside.
Escribe novelas de ficción sobre romance, pasión, y los profundos enredos del amor. Es profesora de Química y enseña onceavo grado en el sistema escolar público del condado de Miami Dade. En lo que se refiere al campo literario, se he dedicado a leer novelas, e historias narrativas de varios escritores latinos y americanos.Estudió Química, Pedagoga y Lengua Española en la Universidad Internacional de la Florida en Miami, y como profesora, el leer siempre ha sido para ella, lo esencial.Nacíó en San Antonio de los Baños en la provincia de La Habana, y desde niña siempre se entretuvo creando historias de fantasías, y leyendo cuentos. Al llegar a los Estados Unidos contando trece años de edad, se sumergió por completo en aprender el inglés, y junto a sus padres reside en la ciudad de Hialeah. Nunca dejó el español, el cual continuó estudiando en la universidad.
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