A modo de introducción a esta Antología-homenaje a los poetas suicidas, expongo este poema que escribí a raíz de la desaparición física del amigo, colega, compañero y hermano de fe en la poesía, el santiaguero Jesús Cos Causse. Jesús no fue un poeta suicida, nunca pensó en esa vía de salida, tenía ambiciosos proyectos que ejecutar y estaba ejecutando. La muerte no lo sorprendió, no le hizo su trampa, no lo tomo descuidado. Simplemente, se lo llevó.
Aquí hay una muestra de poetas y escritores -hombres y mujeres- que tomaron la decisión de auto-destruirse. Tomaron su propia mano y salieron de la vida. Quede aquí sus nombres, la muestra de sus talentos, y una pequeñísima ficha de su paso por el Planeta Tierra...
COMO UN CISNE BLANCO.
Cuando muere un poeta,
nace una estrella en el cielo.
El ciclo se cumple.
Estamos bordados
por esa estela cósmica
que nos atrae
y cuando llega el momento,
nos eleva en alma y espíritu
y lo esencial,
es la magnífica luminosidad
que observamos en la tierra
Todos
llevamos sobre las espaldas
a
nuestros muertos.
Unos
más recordados que otros.
Por
ejemplo:
los
muertos familiares.
Hermanos,
padres, tíos, primos.
Muertos
que llevamos
como
fardos sobre nuestros lomos,
con
mucha querencia
y
apego a sus recuerdos.
Están
los muertos amistosos,
esos
que de cuando en vez,
nos
halan hacia sus recuerdos
sin
uno querer
y
ensimismados,
(asombrados
casi)
recordamos
sus voces y sus gestos.
Pero
están estos,
nuestros
queridos poetas
que
como luciérnagas destellan
a
cada paso que damos.
Nuestros
amigos poetas
que
de alguna forma
trascienden
como ya
dije,
en
una estrella
que
nos titila y hace guiños,
en
las noches .
Bajo el seudónimo de “El Duende”, publica en 1828 “El duende
satírico del día”, cinco cuadernos que satirizan la realidad política y social
de la época.
Con
el seudónimo de Juan Pérez de Munguía, aparece la publicación “El pobrecito
hablador”, en 1832, que desaparece un año más tarde, cuando ya publicaba sus
ideas en “La Revista Española”, de ideas liberales, con el seudónimo de Fígaro.
Trascendieron artículos como “Vuelva usted mañana”, “El castellano viejo”,
“Entre qué gentes estamos”, “En este país” y “El casarse pronto y mal”.
Luego de visitar Lisboa, Londres,
Bruselas y París, donde conoció a Victor Hugo y Alexandre Dumas, regresó a
Madrid, donde comenzó a trabajar en el periódico “El Español”.
Entre sus obras de teatro, podemos
citar: “El arte de conspirar”, “Un desafío”, “Don Juan de Austria o la
vocación”, “Dos palabras”, “Felipe”, “Los inseparables” “Julia” y “El rapto”.
También escribió “Poesías”.
Los
ideales de una sociedad que le tocó vivir a su pesar y sus problemas amorosos
acabaron con sus ganas de vivir.
Se
suicidó en Madrid el 13 de febrero de 1837, luego del rechazo definitivo de
Dolores Armijo
A una hermosa que dio en hacer
buenos versos
¿No te bastan los rayos de tus ojos,
de tu mejilla la purpúrea rosa,
la planta breve, la cintura airosa,
ni el suave encanto de tus labios rojos?
¿Ni el seno que a Ciprina diera enojos,
ni esa tu esquiva condición de esposa,
que también nuestras armas, Nise hermosa,
coges para rendir nuevos despojos?
¿A celebrar de tantos amadores
ingrata el fin acerbo te previenes
que a manos morirán de tus rigores?
Ya que en tus redes nuestras almas tienes,
la lira déjanos, ya que no amores,
para cantar al menos tus desdenes.
LLAMAS, FABIO, A TU PAPEL…
Llamas, Fabio, a
tu papel
con petulancia,
sagrado,
por eso se
alberga en él
Fabio mío, tanto
malo.
Si has de poner
por justicia
a cuantos te
llaman necio,
no no pongas uno
a uno,
pon, Fabio, al
público entero.
Sus primeros trabajos los inicia en el año 1897 colaborando en medios periodísticos En el año 1900 viaja a Paris y accidentalmente mata a su amigo Federico Ferrando, trasladándose al poco tiempo a Buenos Aires, Argentina .
Trabaja como profesor de castellano y viaja como fotógrafo con Leopoldo Lugones en una expedición a la provincia de Misiones . En el año 1906 publica un adelanto de lo que después se conocería como literatura psicológica titulada Los perseguidos.
Se casa con Ana María
Cirés , en el año 1909 instalando su residencia en San Ignacio. Dos años mas
tarde es nombrado Juez de Paz, después de suicidarse su mujer vuelve a Buenos
Aires en el año 1916.
Un año mas tarde publica
Cuentos de amor, de locura y de muerte y en 1919, Cuentos de la selva, libro
escrito para sus hijos.
Vuelve a casarse unos años
mas tarde con María Bravo. Vuelve a Misiones en la que está poco tiempo debido a problemas familiares regresa
a Buenos Aires .
Fallece el 19 de febrero de 1937, por
ingestión de cianuro al enterarse que sufre de cáncer gástrico.
Noche de amor
Noche de amor. Bajo la sombra cómplice:
La ingenua tentación. En la arboleda
El motivo de vida va pecando
Como un ensueño de precoz histeria,
Hay quemantes sudores en las pieles:
Sorda germinación en las arterias;
Protestas en las curvas no labradas
Y en tu pupila audaz, francas ofertas.
La idealidad se tiñe de rubores
Como un pálido lirio, de vergüenzas:
En los lechos abiertos y manchados
Se tiende la pasión. La noche arquea
Su gran complicidad sobre la falta;
El lirio de tu sexo se doblega,
Y señala tu carne temblorosa
El índice fatal de mis torpezas.
¡Oh la sed de mis labios, cuyos besos
Recargan la intención que nos rodea!
¡Oh el carmín de tus labios, cuyo orgullo
Palidece al fulgor de tus caderas!
Dame tu cuerpo. Mi perdón de macho
Velará la extinción de tu pureza,
Como un fauno potente y pensativo
Sobre el derrumbe de una estatua griega.
Diciembre 14 de 1899.
En Revista del Salto, 1899.
Storni
ejerció como maestra en diferentes establecimientos educativos y escribió sus
poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista,
ya que busca en ella la igualdad entre el hombre y la mujer, y según la
crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de
Latinoamérica. Otros dividen su obra en dos partes: una de corte romántico, que
trata el tema desde el punto de vista erótico y sensual y muestra resentimiento
hacia la figura del hombre, y una segunda etapa en la que deja de lado el
erotismo y muestra el tema desde un punto de vista más abstracto y reflexivo.
La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos a los textos
editados entre los años 1916 Y
1925 y a partir de Ocre encuentra rasgos de vanguardismo y
recursos como el antisoneto. Sus composiciones reflejan, además, la enfermedad
que padeció durante gran parte de su vida y muestran la espera del punto final
de su vida, expresándolo mediante el dolor, el miedo y otros sentimientos. Se suicidó en Mar del Plata arrojándose de la escollera del Club
Argentino de Mujeres
En el fondo del mar
hay una casa de cristal.
A una avenida
de madréporas
da.
Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.
Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.
Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.
Un pulpo
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas del mar.
¡ADIOS!
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que
mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los
vasos y el vidrio que queda
es polvo por
siempre y por siempre será!
Cuando los capullos
caen de la rama
dos veces seguidas
no florecerán...
¡Las flores
tronchadas por el viento impío
se agotan por
siempre, por siempre jamás!
¡Los días que
fueron, los días perdidos,
los días inertes ya
no volverán!
¡Qué tristes las
horas que se desgranaron
bajo el aletazo de
la soledad!
¡Qué tristes las
sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas
por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas,
las cosas marchitas,
las cosas celestes
que así se nos van!
¡Corazón...
silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
?de llagas
infectas? ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que
llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que
inquietas mi afán!
¡Adiós para siempre
mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría
llena de bondad!
¡Oh, las cosas
muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes
que no vuelven más! ...
Vladimir Maiakovski (Georgia
1893-1930)
Su padre muere cuando éste
tiene trece años, dejando a su familia en la ruina… Comenzó
a escribir poesía. En 1912 se traslada a San Petersburgo y durante estos años
juega con imágenes de suicidio e inmortalidad.
El 14 de abril de 1930, a las 10:15 de la
mañana Vladimir Maiakovski se pegó
un tiro en el callejón de Lubianski con el revólver que le había servido doce
años antes para su papel en la película "No nací para el dinero".
Su obra poética, aunque vinculada a la
Revolución Rusa, supera con creces el estigma de la poética revolucionaria que,
algunos críticos, le asignaron por esta relación emotiva y por la búsqueda de
una nueva forma de poetizar, henchida de impresiones y emociones sensuales. Mayakovski se suicidó de un disparo en el corazón sin que se hayan podido dilucidar, con claridad, las causas de esa determinación; es probable que intervinieran factores emocionales, como algunas críticas severas por su expresivo «individualismo».
COMUNMENTE ES ASI
El amor
le es dado a cualquiera
pero…
entre el
empleo,
el dinero
y demás,
día tras
día,
endurece
el subsuelo del corazón.
Sobre el
corazón llevamos el cuerpo,
sobre el
cuerpo la camisa,
pero esto
es poco.
Sólo el
idiota
maneja
puños
y el
pecho lo cubre de almidón.
De viejos
se arrepienten.
La mujer
se maquilla.
El hombre
hace ejercicios con sistema Muller,
pero ya
es tarde.
La piel
multiplica sus arrugas.
El amor
florece,
florece
y después
se deshoja.
Antes
de suicidarse escribió:
¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y, por favor,
nada de chismes. Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre, mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya.
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias.
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik,
ellos los entenderán.
Como quien dice
la historia ha terminado.
El barco del amor
se ha estrellado
contra la vida cotidiana
Y estamos a mano
tú y yo
Entonces ¿para qué
reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?
¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y, por favor,
nada de chismes. Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre, mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya.
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias.
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik,
ellos los entenderán.
Como quien dice
la historia ha terminado.
El barco del amor
se ha estrellado
contra la vida cotidiana
Y estamos a mano
tú y yo
Entonces ¿para qué
reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?
Conocido como el último de los autores
neohumanistas, impuso un estilo directo, duro y cínico. El principal tema de su
obra es la muerte, única certeza inevitable en la incertidumbre de la vida
humana. En “Las nieves del Kilimanjaro” (1953), trata este tema, en un relato
corto, pero impresionante. Junto a la certeza de la muerte, halla también la
convicción de la existencia de la solidaridad humana.
Es
ingresado por la depresión que le producen unos fármacos y es tratado con
electroshocks. Pero la depresión se acentúa. Se suicida con un disparo de escopeta, luego de sufrir varias crisis depresivas.
Tres mil páginas manuscritas esperaban ser publicadas.
Aquí les dejo con una muestra de su poesía desconocida:
Traducción del Ingles: Amalia Gullón
I
oscureciendo
el día
acariciando el brillo perlado
moldeando el barro
antes de que adquiera la dureza final
exigiendo que nos quedemos.
y elegido los
caminos más cortos.
Hemos danzado ritmos endemoniados,
temblando al regresar a casa para rezar;
para servir a un amo en la noche,
y a otro en el día.
III
Sé que los
monjes se masturban en la noche,
que los gatos caseros se retuercen,
que algunas muchachas muerden;
sin embargo
¿qué podría hacer
para cambiar las cosas?
IV
las dulces y
afiladas penas
y las superficiales heridas
que fuiste tú,
se han convertido en una triste oscuridad.
Viene la noche con su rictus
a yacer conmigo
una torpe, fría y rígida bayoneta
sobre mi alma iluminada, palpitante.
V
le necesitaré
demasiado tiempo.
Poeta
y ensayista norteamericana nacida en Jamaica Plain, suburbio de Boston,
Massachusetts, en 1932. Procedente de una familia de ascendencia
alemana, mostró desde pequeña un gran talento para la poesía, escribiendo sus
primeros poemas a la edad de ocho años. Sin embargo, muy pronto presentó un
severo trastorno bipolar que la condujo al primer intento de suicidio antes de
los diecisiete años. Sometida a un intenso tratamiento psiquiátrico, pudo
graduarse con honores en 1955 en el prestigioso Smith College. Obtuvo una beca
Fulbright para la Universidad de Cambridge, donde continuó escribiendo
poesía y conoció al poeta Ted Hughes, con quien se casó en 1956. Su menguada
salud, sumada al divorcio en 1962, la llevaron a quitarse la vida un año después.
Su obra fue reconocida posteriormente, gracias al impulso recibido por
parte de Hughes, quien se encargó de promoverla. Fue la primera poeta en
recibir post-mortem el Premio Pulitzer por el conjunto de su obra
Poeta apasionada y frágil, contradictoria y
brillante, escribe en uno de sus diarios: "Tienes miedo de quedarte sola
con tu propia mente".
Cuenta con tan solo veinte años de edad, la
tentación del suicidio la vence. Y ella mismo escribió: "Morir es una arte
y yo lo hago excepcionalmente bien". Ariel (1965) está considerado como su
mejor libro de poemas que, al igual que su poesía posterior, publicada después
de su suicidio, refleja un ensimismamiento y una obsesión creciente por la
muerte. Silvia Plath, habiendo sellado las puertas del cuarto de sus pequeños Frieda Y Nicholas con sumo cuidado y dejando al lado de sus dos pequeños, sus vasos de leche, abrió la llave de gas y metió la cabeza en el horno, tomó todas las precauciones para que el escape de gas no dañara a sus hijos, y terminó así con su existencia.
De "Cruzando el océano" 1971
Versiones de Jesús Pardo
No es fácil
expresar lo que has cambiado.
Si ahora estoy viva entonces muerta he estado,
aunque, como una piedra, sin saberlo,
quieta en mi sitio, mi hábito siguiendo.
No me moviste un ápice, tampoco
me dejaste hacia el cielo alzar los ojos
en paz, sin esperanza, por supuesto,
de asir los astros o el azul con ellos.
No fue eso. Dormí: una serpiente
como una roca entre las rocas hiende
el intervalo del invierno blanco,
cual mis vecinos, nunca disfrutando
del millón de mejillas cinceladas
que a cada instante para fundir se alzan
las mías de basalto. Como ángeles
que lloran por la gente tonta hacen
lágrimas que se congelan. Los muertos
tenían yelmos helados. No les creo.
Me dormí como un dedo curvo yace.
Lo primero que vi fue puro aire
y gotas que se alzaban de un rocío
límpidas como espíritus. y miro
densas y mudas piedras en tomo a mí,
sin comprender. Reluzco y me deshojo
como mica que a sí misma se escancie,
igual que un líquido entre patas de ave,
entre tallos de planta. Mas no pienses
que me engañaste, eras transparente.
Árbol y piedra nítidos, sin sombras.
Mi dedo, cual cristal de luz sonora.
Yo florecía como rama en marzo:
una pierna y un brazo y otro brazo.
De piedra a nube iba yo ascendiendo.
A una especie de dios ya me asemejo,
hiende el aire la veste de mi alma
cual pura hoja de hielo. Es una dádiva.
Si ahora estoy viva entonces muerta he estado,
aunque, como una piedra, sin saberlo,
quieta en mi sitio, mi hábito siguiendo.
No me moviste un ápice, tampoco
me dejaste hacia el cielo alzar los ojos
en paz, sin esperanza, por supuesto,
de asir los astros o el azul con ellos.
No fue eso. Dormí: una serpiente
como una roca entre las rocas hiende
el intervalo del invierno blanco,
cual mis vecinos, nunca disfrutando
del millón de mejillas cinceladas
que a cada instante para fundir se alzan
las mías de basalto. Como ángeles
que lloran por la gente tonta hacen
lágrimas que se congelan. Los muertos
tenían yelmos helados. No les creo.
Me dormí como un dedo curvo yace.
Lo primero que vi fue puro aire
y gotas que se alzaban de un rocío
límpidas como espíritus. y miro
densas y mudas piedras en tomo a mí,
sin comprender. Reluzco y me deshojo
como mica que a sí misma se escancie,
igual que un líquido entre patas de ave,
entre tallos de planta. Mas no pienses
que me engañaste, eras transparente.
Árbol y piedra nítidos, sin sombras.
Mi dedo, cual cristal de luz sonora.
Yo florecía como rama en marzo:
una pierna y un brazo y otro brazo.
De piedra a nube iba yo ascendiendo.
A una especie de dios ya me asemejo,
hiende el aire la veste de mi alma
cual pura hoja de hielo. Es una dádiva.
Poeta
argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris
hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando
en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas
líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia»
en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965,
«Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas»,
publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión. Fue una mujer desarraigada, incapaz de adaptarse a cualquier costumbre cotidiana.
Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris
hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando
en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros.
Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas
líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia»
en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965,
«Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra y últimos poemas»,
publicación póstuma en el año 1982.
En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión. Fue una mujer desarraigada, incapaz de adaptarse a cualquier costumbre cotidiana.
La
temática de que se sirve para escribir sus poemas es el miedo al paso del
tiempo. El miedo como una sensación física y angustiosa que anula la voluntad.
La soledad de la conciencia, del ser humano, la nostalgia de los recuerdos, la
noche como símbolo de poesía. Muere a causa de una sobredosis de barbitúricos
AMANTES
Una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se
abre
a
la delicada urgencia del rocío
REVELACIONES
En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
el deseo es rey.
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.
ENCUENTRO
Alguien entra en silencio y me
abandona.
Ahora la soledad no está sola.
Tú hablas como la noche.
Te anuncias como la sed.
MENDIGA VOZ
Y aún me atrevo a amar
el sonido de la luz en una hora
muerta,
el color del tiempo en un muro
abandonado.
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