NUESTRO JOSE MARTI
Por Ernesto R. del Valle
Espero que el día 28 de Enero, 156 aniversario del nacimiento de nuestro Apóstol José Martí, conozcamos mucho mejor al hombre fogueado en la lucha por la unificación de todos los cubanos y llevar a Cuba hacia su plena soberanía. Hablo del Martí que vive constantemente en el accionar de la niñez y la juventud cubanas, hablo de ese Martí que esclareció su pensamiento horas antes de su muerte en la carta dirigida a Manuel Mercado cuando le dijo:
"Ya puedo escribir; ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo, con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias pª alcanzar sobre ellas el fin." (El subrayado es del autor)
El concepto anti-imperialista de Martí, no es el mismo concepto que abraza la Filosofía Marxista, de eso estamos seguros, pero para su época, Martí adelantó decenas de años su desarrollo político. No de manera irrazonable especifica que: "...porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias..."
La ausencia de Martí, de Maceo y Agramonte en el escenario político del 20 de Mayo de 1902, es la infeliz oportunidad para que a la Patria la inclinasen ante los Estados Unidos, y le dejaran clavada en la 1ra Constitución de la República una Enmienda Platt que sólo recordarla, abochorna y estremece la conciencia soberana del cubano y la cubana, a todo lo largo de la historia.
CARTA INCONCLUSA A MANUEL MERCADO CONSIDERADA COMO EL LEGADO IDEOLOGICO DE mARTI PARA LAS GENERACIONES FUTURAS
Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo de 1895.
Sr. Manuel Mercado.
Mi hermano queridísimo:
Ya puedo escribir; ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América.
Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin.
Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos, - como ese de Ud., y mío-, más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al Norte revuelto y brutal que los desprecia, -les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos.
Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas; -y mi honda es la de David.
Ahora mismo; pocos días hace, al pie de la victoria con que los cubanos saludaron nuestra salida libre de las sierras en que anduvimos los seis hombres de la expedición catorce días, el corresponsal del Herald, que me sacó de la hamaca en mi rancho, me habla de la actividad anexionista,
menos temible por la poca realidad de los aspirantes, de la especie curial, sin cintura ni creación, que por disfraz cómodo de su complacencia o sumisión a España, le pide sin fe la autonomía de Cuba, contenta sólo de que haya un amo, yankee o español, que les mantenga, o les cree, en premio de su oficio de celestinos, la posición de prohombres, desdeñosos de la masa pujante,-la masa mestiza, hábil y conmovedora, del país,-la masa inteligente y creadora de blancos y negros. Y de más me habla el corresponsal del Herald; Eugenio Bryson: -de un Sindicato yankee, -que no será, -con garantía de las Aduanas, harto empeñadas con los rapaces bancos españoles para que que de asidero a los del Norte,-incapacitado afortunadamente, por su entrabada y compleja constitución política, para emprender o apoyar la idea como obra de gobierno . Y de más me habló Bryson,-aunque la certeza de la conversación q. me refería, sólo la puede comprender quien conozca de cerca el brío con que hemos levantado la revolución, -el desorden, desgano y mala paga del ejército novicio español, -y la incapacidad de España para allegar, en Cuba o afuera, los recursos contra la guerra que en la vez anterior sólo sacó de Cuba: -Bryson me contó su conversación con Martínez Campos, al fin de la cual le dio a entender este que sin duda, llegada la hora, España preferiría entenderse con los Estados Unidos a rendir la Isla a los cubanos: -Y aún me habló Bryson más: de un conocido nuestro, y de lo que en el Norte se le cuida, como candidato de los Estados Unidos, para cuando el actual presidente desaparezca, a la presidencia de México.
Por acá, yo hago mi deber. La guerra de Cuba, realidad superior a los vagos y dispersos deseos de los cubanos y españoles anexionistas a que sólo daría relativo poder su alianza con el gobierno de España, ha venido a su hora en América, para evitar, aún contra el empleo franco de todas esas fuerzas, la anexión de Cuba a los Estados Unidos, que jamás la aceptarán de un país en guerra, ni pueden contraer, puesto que la guerra no aceptará la anexión, el compromiso odioso y absurdo de abatir por su cuenta y con sus armas una guerra de independencia americana. -Y México-¿no hallará modo sagaz, efectivo e inmediato, de auxiliar, a tiempo, a quien lo defiende? Sí lo hallará, -o yo se lo hallaré. Esto es muerte o vida, y no cabe errar. El modo discreto es lo único que se ha de ver. Ya lo habría hallado y propuesto. Pero he de tener más autoridad en mí, o de saber quien la tiene, antes de obrar o aconsejar.
Acabo de llegar. Puede aún tardar dos meses, si ha de ser real y estable, la constitución de nuestro gobierno, útil y sencillo. Nuestra alma es una, y la sé, y la voluntad del país; por estas cosas son siempre obra de la relación, momento y acomodos. Con la representación que tengo, no quiero hacer nada que parezca extensión caprichosa de ella.
Desembarco de José Martí, Máximo Gómez, Francisco Borrero, |
Angel Guerra, César Salas y Marcos del Rosario en Playitas, 1895 |
Oleo por el señor Juan E. Hernández Giró, 1901. |
Llegué, con el General Máximo Gómez y cuatro más, en un bote, en que llevé el remo de proa bajo el temporal, a una pedrera desconocida de nuestras playas; cargué, catorce días, a pie por espinas y alturas, mi morral y mi rifle,-alzamos gente a nuestro paso; siento en las benevolencia de las almas la raíz de este cariño mío a la pena del hombre y a la justicia de remediarla; los campos son nuestros sin disputa, a tal punto que en un mes sólo he podido oír un fuego; y a las puertas de las ciudades, o ganamos una victoria, o pasamos revista, ante entusiasmo parecido al fuego religioso, a tres mil armas; seguimos camino, al centro de la Isla, a deponer yo, ante la revolución que he hecho alzar, la autoridad que la emigración me dio, y se acató adentro, y debe renovar, conforme a su estado nuevo, una asamblea de delegados del pueblo cubano visible, de los revolucionarios en armas.
La revolución desea plena libertad en el ejército, sin las trabas que antes le opuso una Cámara sin sanción real, o la suspicacia de una juventud celosa de su republicanismo, o los celos, y temores de excesiva prominencia futura, de un caudillo puntilloso o previsor; pero quiere la revolución a la vez sucinta y respetable representación republicana, -la misma alma de humanidad y decoro, llena del anhelo de la dignidad individual, en la representación de la república, que la empuja y mantiene en la guerra a los revolucionarios.
Por mí, entiendo que no se puede guiar a un pueblo contra el alma que lo mueve, o sin ella, y sé cómo se encienden los corazones, y cómo se aprovecha para el revuelo incesante y la cometida el estado fogoso y satisfecho de los corazones. Pero en cuanto a formas, caben muchas ideas: y las cosas de hombres, hombres con quienes las hacen.
Me conoce. En mí, sólo defenderé lo que tenga yo por garantía o servicio de la revolución. Sé desaparecer. Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agriaría mi oscuridad.-Y en cuanto tengamos forma, obraremos, cúmplame esto a mí, o a otros.
Y ahora, puesto delante lo de interés público, le hablaré de mí, ya que sólo la emoción de este deber pudo alzar de la muerte apetecida al hombre que, ahora que Nájera no vive donde se le vea, mejor lo conoce, y acaricia como un tesoro en su corazón la amistad con que Vd. lo enorgullece. Ya sé sus regaños, callados, después de mi viaje. ¡Y tanto que le dimos, de toda nuestra alma, y callado él! ¡Qué engaño es esta y qué alma tan encallecida la suya, que el tributo y la honra de nuestro afecto no ha podido hacerle escribir una carta más sobre el papel de carta y de periódico que llena al día! Hay efectos de tan delicada honestidad, ( ...)
Nicolás Guillén (Cuba)
¡Ah, no penséis que su voz
es un suspiro! Que tiene
manos de sombra, y que es
su mirada lenta gota
lunar temblando de frío
sobre una rosa.
Su voz
abre la piedra, y sus manos
parten el hierro. Sus ojos
llegan ardiendo a los bosques
nocturnos; los negros bosques.
Tocadle: Veréis que os quema
. Dadle la mano: Veréis
su mano abierta en que cabe
Cuba como un encendido
tomeguín de alas seguras
en la tormenta. Miradlo:
Veréis que su luz os ciega.
Pero seguidlo en la noche:
¡Oh, por qué claros caminos
su luz en la noche os lleva!
Mis amigos saben cómo se me salieron estos versos del corazón. Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia, o por fe fanática, o por miedo, o por cortesía, se reunieron en Washington, bajo el águila temible, los pueblos hispanoamericanos. ¿Cuál de nosotros ha olvidado aquel escudo, el escudo en que el águila de Monterrey y de Chapultepec, el águila de López y de Walker, apretaba en sus garras los pabellones todos de la América? Y la agonía en que viví, hasta que pude confirmar la cautela y el brío de nuestros pueblos; y el horror y vergüenza en que me tuvo el temor legítimo de que pudiéramos los cubanos, con manos parricidas, ayudar el plan insensato de apartar a Cuba, para bien único de un nuevo amo disimulado, de la patria que la recla
ma y en ella se completa, de la patria hispanoamericana, me quitaron las fuerzas mermadas por dolores injustos. Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las nubes: escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado: a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.
José Martí, 1891
-I-
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.
Temblé una vez en la reja,
A la entrada de la viña,
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.
Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro,– es
Que mi hijo va a despertar.
Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas.
Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto.
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.
Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La vibora del veneno.
Rápida como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo he puesto la mano osada,
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.
Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca: cuando
la sentencia de mi muerte
leyó el alcalde llorando.
Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.
Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.
He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.
Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.
-V-
Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
Winston Orrillo (Perú)
MARTÍ VUELVE A NACER
Para Adriana Vega, en Argentina, martiana, por cierto.
Vuelve a nacer
Martí.
Desata tempestades
Entre los que solían
Maniatar nuestros pueblos.
Nace
Renace
Vuelve
Pero nunca
Fue muerto:
Porque entre los naufragios
Aparentes
Del orbe
Fidel y sus hermanos
Cuidaron que la tierra
No sea
Un tanatorio.
Pernoctaba
El Apóstol
Entre los tulipanes
Centellas y calderas
De este siglo XXI.
Se junta a la contienda:
Es el auriga noble
Que retoma el combate
Jamás desatendido.
¡Alabanza
Al rapsoda que con la poesía
De su amor por los pobres
Nos buriló el camino!
NUESTRA AMERICA (Fragmento)
A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tienen fe en sus tierras son hombres de siete meses, Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás. No les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no se puede alcanzar el árbol. Hay que cargar los barcos de esos insectos dañinos, que le roen el hueso a la patria que los nutre. Si son parisienses o madrileños, vayan al Prado, de faroles, o vayan a Tortoni, de sorbetes. ¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de las madres que los crió, y reniegan, ¡bribones! De la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades! Pues, ¿quién es el hombre? ¿el que se queda con la madre, a curarle la enfermedad, o el que la pone a
trabajar donde no la vean, y vive de su sustento en las tierras podridas, con el gusano de corbata, maldiciendo del seno que lo cargó, paseando el letrero de traidor en la espalda de la casaca de papel? ¡Estos hijos de nuestra América, que ha de salvarse con sus indios, y va de menos a más; estos desertores que piden fusil en los ejércitos de la América del Norte, que ahoga en sangre a sus indios, y va de más a menos! ¡Estos delicados, que son hombres y no quieren hacer el trabajo de hombres! Pues el Washington que les hizo esta tierra ¿se fue a vivir con los ingleses, a vivir con los ingleses en los años en que los veía venir contra su tierra propia? ¡Estos "increíbles" del honor, que lo arrastran por el suelo extranjero, como los increíbles de la Revolución francesa, danzando y relamiéndose, arrastraban las erres!
GLORIA DAVILA (Perú)
PASOS DE UNA ESPIGA DE SOL EN TRIGAL FIERO Y ETERNO
(Poeta, Apóstol cubano)
Tronco leñoso a conjuro de eternas semillas,
jirones de une liberté que repletan de olas mi hambre,
silencios de vientos que resisten a falanges en fuegos eternos
viejo parto del hollín batiendo sus alas al viento para ser magma
huracanes en busca del éxtasis en las mejillas de tu mar
espiga de trigos al sol en Hanábana, y para el mundo, sois Martí.
Estambre de paraísos en nocturnas miradas,
antorchas en patagónicos vuelos desde antiguo,
elevadas iinmensidades de una mar en sentencias vivas,
anclajes de la vida a tu legado por siempre,
avecilla, en pasos de cíclopes, naciendo para siempre, sois Martí.
Mártir, Apóstol, hacedor de caminos, amalgama de verdes praderas
sombra del tic tac revolucionando mi conciencia
pieles inundadas de ávidos caminos al éter en fuegos,
curtiembres en pies y manos al son de plegarias de un anciano Bari¹
sonajas de una hombre-zarzamoras en pieles del mundo.
Para ser rostro en flor de loto en Playa Girón, voy burilando
la espesura de mis llanos en crudos pasos de tus esencias
que hoy surcan por enésima vez, reverdeciendo en procura de tus mieles,
y porque sois sal de la sal, zigzag entre aguas, y tierras de trenes en riel sin fin,
voy, sí voy respirando los cóndores en tus vuelos desde mi Birú en chaquitaclla…
Voy, sí voy rumbo a tus pies andados; recogiendo el polvo de tus caminos
por el mundo desde ayer, hoy y por eterno.
© Gloria Dávila, Libro inédito "Siluetas de la Habana"
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¹ Sol, voz amazónica
La Edad de Oro fue una revista mensual dedicada al recreo y la ilustración de los niños, que empezó a publicar José Martí en Nueva York en el mes de julio de 1889 y de la cual sólo se publicaron cuatro números. Esta revista nos permite ver cómo aquel gran escritor supo un día dirigirse tambien a los más pequeños. En carta a Mercado de agosto de 1889, dijo Martí de esta revista : "ha de ser para que ayude a lo que quisiera yo ayudar , que es a llenar nuestras tierras de hombres originales, criados para ser felices en la tierra en que viven, y vivir conforme a ella, (...)". La revista contenía cuentos, versos y artículos instructivos.
Para los niños es este periódico, y para las niñas, por supuesto. Sin las niñas no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz. El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda: el niño crece entonces, y parece un gigante: el niño nace para caballero, y la niña nace para madre. Este periódico se publica para conversar una vez al mes, como buenos amigos, con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana; para contarles a las niñas cuentos lindos con que entretener a sus visitas y jugar con sus muñecas; y para decirles a los niños lo que deben saber para ser de veras hombres. Todo lo que quieran saber les vamos a decir, y de modo que lo entiendan bien, con palabras claras y con láminas finas. Les vamos a decir cómo está hecho el mundo: les vamos a contar todo lo que han hecho los hombres hasta ahora.
Para eso se publica LA EDAD DE ORO: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy, en América, y en las demás tierras; y cómo se hacen tantas cosas de cristal y de hierro, y las máquinas de vapor, y los puentes colgantes, y la luz eléctrica; para que cuando el niño vea una piedra de color sepa por qué tiene colores la piedra, y qué quiere decir cada color; para que el niño conozca los libros famosos donde se cuentan las batallas y las religiones de los pueblos antiguos. Les hablaremos de todo lo que se hace en los talleres, donde suceden cosas más raras e interesantes que en los cuentos de magia, y son magia de verdad, más linda que la otra: y les diremos lo que se sabe del cielo, y de lo hondo del mar y de la tierra: y les contaremos cuentos de risa y novelas de niños, para cuando hayan estudiado mucho, o jugado mucho, y quieran descansar. Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo. Y queremos que nos quieran, y nos vean como cosa de su corazón.
DECIMAS A DOS MANOS
Ricardo Sanchez Rivera (Cuba)
Residen en Miami
R. S. Rivera
Son pobres los versos míos
y es exigua mi oratoria
para cantar a la historia
que hay entre Paula y Dos Ríos.
Para cuantos desafíos
nació ese humano lucero
un 28 de enero.
Lucero que al ascender
concentró en sí más poder
que todo el poder Ibero.
E.R. del Valle
Es que su luz ejemplar
es de tanta intensidad
que quien niegue su verdad
muy ciego debe de estar.
Los niños van a heredar
su más hermoso tesoro
el que sudó poro a poro
día a día y con amor,
revista que fue un primor
y llamó “La edad de Oro”
R. S. Rivera
Fue abogado, fue poeta,
periodista y orador
y fue como pensador,
hombre de profunda veta.
Pero la clara silueta
de su gran fisonomía
se perfiló más el día
que volvió para pelear
y con los pobres echar
su suerte como el quería.
E. R. del Valle
Como abogado firmó
leyes para su contienda;
como poeta, fue senda
por donde a muchos guió.
Como orador se creció
frente a grandes multitudes
y sus grandes aptitudes,
como corona de olivo
en su frente, lo hizo vivo
conductor de juventudes.
R. S. Rivera
Sigue su idea alumbrando
en América Latina
con su marcial disciplina
de corazón enseñando.
Planteles edificando
en los viejos caseríos
donde niños sin hastío
estudian de otra manera
por el hombre que callera
de cara al sol en Dos Ríos.
E. R. del Valle
Ricardo, es meritoria
de la Universalidad
el pensamiento y verdad
con que engrandeces la historia.
Martí, con su ejecutoria
desde Paula hasta Dos Ríos
venció grandes desafíos
en su transcurrir humano
legando a cada cubano
espuelas para sus bríos.
En una pequeña sabana entre los ríos Cauto y Contramaestre conocida por Dos Ríos, en combate sobre su corcel y “de cara al sol”, Martí recibe en el pecho y la cara la descarga de una columna española. El cuerpo del Apóstol cae mortalmente herido en la tierra por la cual vivió.
“Oleo por Esteban Valderrama, representando la muerte del Apóstol en Dos Ríos. El lienzo original, de gran tamaño, no existe ya: el señor Valderrama lo destruyó ante la insistencia de una crítica incomprensiva que señalaba caprichosos errores de inexactitud histórica, los cuales no existían; pero que en todo caso se referían a detalles de nula importancia. La conciencia artística del señor Valderrama es tan severa que, además de documentarse cuanto le fue dable, se trasladó a Dos Ríos y alojóse allí y todos sus bocetos fueron hechos a la hora de la trágica caída del Apóstol, colocando el modelo en la posición que los biógrafos declaran que ocupaba Martí y utilizando la luz en la dirección adecuada. Eligió, además, el mes de Mayo, no obstante ser de lluvias y propenso a plagas en nuestros campos, y mal alojado, con todas las dificultades del transporte, llevó a cabo su obra sin otra ambición ni estímulo que su grande amor al Maestro y su fervor artístico, sin propósito alguno de lucro. Del lienzo sólo quedan dos fragmentos: la cabeza del Apóstol, que tiene un gran vigor y está tratada de manera admirable y uno de los caballos que, también, es un acierto.”
Julia María Ortiz (Chile)
Poeta social SECH (CHILE)
LUZ DE PÉTALOS
Siempre… desde los tiempos enmarcados de cuando los hombres quisieron fijar sus existencias… un día 28 de enero fue motivo de naceres o muertes, mas desde parnasos, misterios de liras celestiales… hicieron que desde un vientre caribeño, aflorara una luz de pétalos… Y aquella luz, rostro hijo de la tierra, creció y se hizo grande… y fue hombre como todos los hombres paridos… y más allá de su hiedra de hombre, fue un ser pensante… y a todos los hombres y sus sentires, los hizo suyos… y entonces, los néctares de su mente, se hicieron ríos, y no conforme, los transformó en océanos… y más allá de sí, entre tintas y palmeras y florestas, acicaló los océanos de voces… muchas, extensas y agigantadas…
Para entonces… los mundos eran ingenuos, para entonces… todo era simple… mas, en la vida de los mundos, mundos poderosos había. Mundos de mundos, candorosos de hijos, hijos de hijos, hijos de otros hijos, inexorablemente esclavos sin soñares, en las garras, de los poderosos mundos.
Las vidas, de esos días, no cuestionaban… las vidas no pensaban, en lo que les pesaba en sus espaldas, en su caminares sudorosos, en sus esqueléticas fatigas cotidianas… en sus mirares sometidos de años.
¡OH!... 28 de enero… ya en la vida de los mundos, tu signo, no más ignorado… AQUELLA LUZ DE PÉTALOS, te hizo conmemorable.
En los días caminantes, en los modernos suspiros donde tratamos de subsistir alterados y angustiados, en las horas agotadas de los mundos pequeños aún sometidos por mundos grandes… esperé ansiosa este 28 de enero… para rozar luz de pétalos, y quise en su memoria, encontrar al combatiente, socavar sus legados… y a pedido de un compañero amigo, a mis espejos me llegaron baúles envejecidos repletos de pergaminos dorados… voces antiguas, voces góticas de encanto… y fue, como si el cielo estuviese en mis palmas… en mis cristales humedecidos… y me vi niña, nuevamente sentada en mi banco de clases.
Repito, lo esperé ansiosa, pero con ansias vertiginosas… pues de la encomienda de mi amigo, me encontré con unos versos de mi infancia… poemas que mis pupilas de niña, transitaban como si una escalera hubiesen sido; subían y bajaban mis cristales… yo, no entendía esa magia suspendida… sólo recuerdo… de un algo extraño que me brotaba del alma… y parecía un rezo… pero jamás aprendido de memoria, siendo en aquella época, la recitadora de mi escuela básica.
Tantas veces ese aroma en mis ojos… tantas estaciones de aquellos días de mi escolar delantal blanco… sosteniendo mi amarillento librito con aquel poema que me gustaba tanto… y no sabía en aquel entonces de su autor… tal vez, las monjas me lo dijeron… todas mis compañeras lo sabían, más mis nebulosas de siempre… omitieron ese dato…
Cultivo una rosa blanca
En Junio como en Enero,
Para el amigo sincero,
Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.
¡Ay remembranzas!... hoy 28 de enero… te vuelves más importante, te vuelves fiesta engalanada entre palmas y esmeraldas doradas; te tornas cánticos de niños sonrientes, te tornas un marchar de pasos agigantados entre enarboladas banderas, SATURADAS DE ESPERANZAS
Hoy, 28 de enero, todas las liras y papiros del mundo, se vuelven voz del pueblo, voz de un Gigante Cubano, Padre de todos los hijos que viven y sienten como poetas, Padre de todos los hijos que se sienten revolucionarios y viven como revolucionarios.
Por ello… este 28 de enero, fue más ansioso que el de otros años… aún cuando la historia, y vivires de otros, en mis venas y en mi piel, ya me habían tatuado causas revolucionarias… cuando de Heraldos Amarantos, un lejano día, mis improvisados poemas se hicieron sus milicianos.
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