EL ANIMAL DE LA FLORESTA Thiago de Mello. (Brasil)
De manera lila (nadie me cree) se hizo mi corazón. Especie rara de cedro, por el color y por tener en su centro la muerte que lo amenaza. La madera duele?, pregunta quien me ve los brazos verdes. los ojos llenos de alas. Responde por mí la luz del amanecer que recubre de escamas esmaltadas las aguas que me dieron raza y cantan en las raíces de mi ser. En el crepusculo estoy, de alta ribera, entre estrellas y el suelo que bendice mis nervaduras. Ya no importa que duela mi bravo corazón, de agua y madera.
IDEA VILARIÑO (Uruguay) Poema 19
Quiero morir. No quiero
Oír ya más campanas.
Campanas -qué metáfora-
o cantos de sirena
o cuentos de hadas
cuentos del tío -vamos.
Simplemente no quiero
no quiero oír más campanas.
HEXAEDRO ROSA Rubén Martínez Villena (Cuba) Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor. Yo te vestiré de caricias. Música, la de mis palabras; perfume, el de mis versos; corona, mis lágrimas sobre tu cabellera. Qué mejor cinturón para tu talle, qué cinturón más tierno, más fuerte y justo que el que te darán mis brazos?... Para tu seno, que mejor ceñidor que mis manos amorosas?... Qué mejor pulsera para tus muñecas que las que formen mis dedos al tomarlas para llevar tus manos a mi boca?... Una sola mordedura, cálida y suave, a un lado de tu pecho, será un broche único para sujetar a tu cuerpo la clámide ceñida y maravillosa de mis besos... Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor. Yo te vestiré de caricias...
IL COURE
Mario Benedetti (Uruguay) Ya nadie graba en las paredes en los troncos luis y maría raquel y carlos marta y alfonso junto a dos corazones enlazados. ahora las parejas leen esas vetustas incómodas ternuras en las paredes en los troncos y comentan qué ñoños antes de separarse para siempre.
Minerva Salado Ravelo (Cuba)
Rosas gemelas
Dos rosas en un vaso, desveladas,
De un aroma perdido en la memoria
Su presencia es perfume de una historia
Detenida en la flor de mis almohadas.
Dos rosas rojas, como la ironía
De aquel rayo escapado a la ventana
Hilo de luz partiéndose en el día
Grano de sal que anida en la mañana.
Son dos símbolos rotos de un pasado
Que se mueve en el ritmo de las velas
Y quiebra la invención del impaciente
Son marcas de un color inapropiado
Que palidecen en la tarde ausente
Y mueren juntas, como dos gemelas.
EPIGRAMA Ernesto Cardenal (Nicaragua)
Ayer te ví en la calle, Miriam, y
te vi tan bella, Miriam, que
(Cómo te explico qué bella te vi!)
ni tú, Miriam, te puedes ver tan bella ni
imaginar que puedas ser tan bella para mí.
Y tan bella te vi que me parece que
ninguna mujer es más bella que tú
ni ningún enamorado ve ninguna mujer
tan bella, Miriam, como yo te veo a tí
y ni tú misma, Miriam, eres quizás tan bella
porque no puede ser real tanta belleza!.
Que como yo te vi de bella ayer en la calle.
o como hoy me parece, Miriam, que te vi.
Carolina Contino (Argentina)
Dime ahora todo será sellado después volcará su luz de única luciérnaga en el borde de la noche tejerán sus manos canciones de cuna y ninguna plegaria Lo que ha de venir Lo que vendrá tendrá también manos para asir será dócil manso obediente y aún en la más terca de las tardes ostentará corazón fuerte para perdurar y amplia sonrisa encantadora no de serpientes. Habla ahora todo habrá sido escrito después Será tarde para volver para decir yo no puedo no quiero anochece me esperan para huir llagando hacia el fondo perentorio de la noche donde unos cuantos perros ladran, muertos de sed.
Ernesto R. del Valle (Cuba)
Orquéstale el gato sus uñas a la noche
sortilegios agudos que obnubilan
un convoy de nubes en que oscilan
las estrellas sujetas por un broche.
El gato se establece en un estruendo
de maullidos y zarpazos concordantes
con lunares sorpresas parpadeantes
en su acto sexual. Acto tremendo.
La penetra, retuércese la gata;
Mercurio se aleja galopando
sobre el pobre Pegaso a toda pata.
Afrodita se esconde entre las rosas
preguntándose siempre, cómo y cuándo
harán su amor azul las mariposas.
Ramón López Velarde (Mexico)
Se distraen las penas en los cuartos de hoteles
con el heterogéneo concurso divertido
de yanquis, sacerdotes, quincalleros infieles,
niñas recién casadas y mozas de partido.
Media luz. Copia al huesped la desconchada luna
de su azogue sin brillo, y flota en calendarios
en cortinas polvosas y catres mercenarios
la nómada tristeza de viajes sin fortuna.
Lejos quedó el terruño, la familia distante,
y en la hora gris del éxodo medita el caminante
que hay jornadas luctuosas y alegres en el mundo;
que van pasando juntos por el sórdido hotel,
con el cosmopolita dolor del moribundo
los alocados lances de la luna de miel...
POESIA
Manuel del Cabral (Rep. Dominicana)
Agua tan pura que casi
no se ve en el vaso, agua
Del otro lado está el mundo.
De este lado, casi nada.
Un agua tan pura, tan limpia
que da trabajo mirarla.
ENCUENTRO
Alfonsina Estorni (Argentina)
Lo encontré en una esquina de la calle Florida,
más pálido que nunca, distraído como antes.
Dos largos años hubo poseído mi vida.
Lo miré sin sorpresa, jugando con mis guantes.
Y una pregunta mía, estúpida, ligera,
de un reproche tranquilo llenó sus transparentes
ojos, ya que le dije de liviana manera:
-"Por qué tienes ahora amarillos los dientes?"
Me abandonó. De prisa le vi cruzar la calle
y con su manga oscura rozar el blanco talle
de alguna vagabunda que andaba por la vía.
Perseguí por un rato su sombrero que huía.
Después fue, ya lejano, una mancha de herrumbre
y lo engulló de nuevo la espesa muchedumbre.
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