Representado Camagüey, en Aire de Luz
Yohamna Depestre Corcho, 12 de octubre de 2011
Café literario del primer jueves de cada mes a las 4:00 p.m. en la Librería Fayad Jamís (Calle Obispo #261 entre Cuba y Aguiar, La Habana Vieja), que cuenta como anfitriona a la poeta Basilia Papastamatíu y dos poetas invitados, con quienes confrontar obras y criterios.
En la foto, Jesus Lozada, Basilia Papastamatíu y Lega Rodríquez
En la librería Fayad Jamís, la conductora de Aire de luz, Basilia Papastamatíu, reservaba el espacio, de este 6 de octubre, a dos escritores camagüeyanos: la ganadora del premio Cortázar 2011, Legna Rodríguez Iglesias, y Jesús Lozada Guevara, Premio Pinos Nuevos, edición 1994.
La tertulia se unía, como una voz más, al programa La Isla en el centro; encuentro que organiza el Centro Dulce María Loynaz con la finalidad de propiciar el intercambio entre creadores de La Habana y Camagüey.
Basilia valoró de “creadora de inquieto talento”, a Legna Rodríguez, cuya carrera impetuosa —a partir del Premio Calendario 2008— le ha hecho merecedora de varios galardones nacionales, y publicar más de siete libros: Querida lluvia, Arroz con mango, Zapatos para no volver, Instalándome,Ciudad de pobres corazones, Los mágicos y El mundo de Laura, de Ediciones Ávila.
La escritora escogió, para iniciar el recital, los poemas: “Con dolor”, “Silla de ruedas”, “Bloquear”, “Jatibonico” y “Llora”.
Jesús Lozada Guevara, destacado narrador oral con innumerables reconocimientos (Premio de la Cátedra Iberoamericana de Narración Oral, Premio
La tertulia se unía, como una voz más, al programa La Isla en el centro; encuentro que organiza el Centro Dulce María Loynaz con la finalidad de propiciar el intercambio entre creadores de La Habana y Camagüey.
Basilia valoró de “creadora de inquieto talento”, a Legna Rodríguez, cuya carrera impetuosa —a partir del Premio Calendario 2008— le ha hecho merecedora de varios galardones nacionales, y publicar más de siete libros: Querida lluvia, Arroz con mango, Zapatos para no volver, Instalándome,Ciudad de pobres corazones, Los mágicos y El mundo de Laura, de Ediciones Ávila.
La escritora escogió, para iniciar el recital, los poemas: “Con dolor”, “Silla de ruedas”, “Bloquear”, “Jatibonico” y “Llora”.
Jesús Lozada Guevara, destacado narrador oral con innumerables reconocimientos (Premio de la Cátedra Iberoamericana de Narración Oral, Premio
Cuentería 1989, Premio Shamán, 1993), decidió leer algunas traducciones —hechas por él mismo— de poetas griegos, para homenajear a quien fuera uno de sus escritores preferidos: Gastón Baquero.
Entre los elogios de la presentadora, sobresalió la capacidad histriónica de Lozada, que sitúa en el punto más alto de la comunicación cualquier poema, narración o fábula. Su dominio de la oralidad le permite enfatizar en aquellas frases o palabras que deben llamar la atención del auditorio; cosa que han perdido algunos poetas al leer sus textos. Su labor no solo se ha limitado al arte escénico y a la escritura, algunas antologías, revistas y periódicos cubanos y extranjeros, recogen sus investigaciones en ese campo.
La segunda parte del recital nos deleitó con otros textos de Legna: “La reforma”, “Canal”, “La memoria es un tren bala” y “Tregua fecunda”, poema que le da título a su nuevo cuaderno.
La segunda parte del recital nos deleitó con otros textos de Legna: “La reforma”, “Canal”, “La memoria es un tren bala” y “Tregua fecunda”, poema que le da título a su nuevo cuaderno.
Del libro Archipiélago, Jesús Lozada recitó algunos poemas. El minicuento “La cenicienta”, de Antonio Orlando Rodríguez, sirvió como despedida, no solo a la tarde que nos regaló Aire de luz, sino también a su actuación.
Entre el público se encontraban personalidades del arte y la literatura de la provincia camagüeyana, y los poetas Soleida Ríos y Roberto Manzano; este último apuntó que: “Legna Rodríguez era una de las escritoras más novedosas de su generación. En su mundo interior no se ha desterrado la infancia, por eso tiene la maravilla de quien mira por primera vez”. Así nos enteramos, que esta versátil joven, ganadora del Premio Ciudad de Matanzas en novela y poesía, es especialista de teatro en la Escuela de Instructores de Arte Nicolás Guillén, y también que cultiva la literatura infantil.
Entre el público se encontraban personalidades del arte y la literatura de la provincia camagüeyana, y los poetas Soleida Ríos y Roberto Manzano; este último apuntó que: “Legna Rodríguez era una de las escritoras más novedosas de su generación. En su mundo interior no se ha desterrado la infancia, por eso tiene la maravilla de quien mira por primera vez”. Así nos enteramos, que esta versátil joven, ganadora del Premio Ciudad de Matanzas en novela y poesía, es especialista de teatro en la Escuela de Instructores de Arte Nicolás Guillén, y también que cultiva la literatura infantil.
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