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ALABANZAS Y ALUCINACIONES de Ernesto R. del Valle (CUBA)
La poesía de Ernesto R del Valle es íntima, profundamente bella y seductora, y con seguridad se enmarca en una nueva poesía hispanoamericana en general y cubana en particular que se encuentra separada de las pancartas y slogans y refugiada en un yo, que del Valle asume con universalidad.
En ella está Adán, su madre y sus amores, pero más su propia imagen sometida a una autocrítica silenciosa que no pretende obviar.
No es casual que este poemario se titule "Alabanzas y alucinaciones", Donde le abre las puertas a los duendes de la infancia para que entren en la profundidad de las habitaciones, se alojen curiosos en sus libros y se entretengan a indagar su fervoroso corazón. … para que las mariposas tristes enrumben a otras regiones a ver estallar otros arco iris.
No se deja engañar por las vacías catedrales ni los arcángeles que confunden:
"Llegará la confusión de los arcángeles entre alabanzas y alucinaciones a trocar sueños por palabras; astros, por besos de luz; lejanías, por caricias y cerrará las puertas a los holocaustos. Vendrá el interior plausible de la palabra JAMAS…"
El tiempo pasó pero no la "Plaza de Adán" que marca al hombre. Como lo dice el autor,
PLAZA DE ADAN (Alucinación)
Estampida de dios.
Corteza de la cruz
que el Hombre muerde
adolorido y exaltado.
La espada del angel
aguarda el momento
de cortar el hilo que une
el día con la sombra.
Sobre el lomo de Adán
la carga del mundo
y sus enigmas.
Adán frente a la puerta de la verdad,
a espaldas de su raíz.
La soledad de Adán como inmensa catedral
junto al vuelo de las palomas
que rinden en sus vasos de cristales furiosos
la sed de dios y otros olvidos...
mientras el angel huye
en la corola del cielo.
El poemario es un viaje por la mente de Ernesto Rodríguez y los fantasmas débiles de la mística temeraria. Dice...
“Hermanos del absurdo y el silencio
aquí les dejo este esplendor,
esta herejía a los ojos de dios.
Este es el final y el principio
de la iluminación y el destierro…
Ven, no temas a las palabras
que arden en el Juicio Final. …
¡Qué sólo está el mundo!
¡Qué hueca su enorme catedral!”
Es un lamento del tipo de los de César Vallejo en los Heraldos Negros, es un lamento con dolor interno que clama por la autenticidad y casi se pide perdón a sí mismo y a la historia o la patria a la que supongo llama "madre",
Madre,
sean estas palabras
el señuelo de tu esperanza.
Sea este tiempo,
este mínimo llegar del día
la coartada de la sangre
y no la sombra
vertida como agua
en tu tazón maternal.
Sea esta página
un poco la imagen
de mi corazón
en las líneas paralelas
de tu bondad y mis errores.
(…) se incendia
por el lado izquierdo de la primavera.
Su llama no es de muerte, pero espanta.
(…) Su pesadilla será negada a los cirujanos de la
esperanza
(…) y hunden su misterio
en el abismo de las palabras.
(…) Esta página se incendia, señores,…
Un poemario salpicado de un optimismo discreto y responsable que no reniega de la vida ni se hunde en la anti poesía.
Con cuidado y timidez abre las "ventanas de la vida" y se entrega:
VENTANAS DE LA VIDA
"Las últimas ventanas se oscurecen, la noche cae."
Fayad JAMIS. (Cuba)
Abierta como una flor ilusoria
o como un sueño pasando frente al día.
Ventana de secretos, vencida a la intemperie.
Ventana de desastres conyugales.
Ventana de sexos masturbados e indolentes
hasta la demolición del pan eclesiástico.
Ventana de mi alegría y el fulgor de la tristeza
Ventana de los amantes de la rosa
Ventana abierta, pero firme.
Ventana libre a los ojos del suicida
con su vértigo de muerte a ras del párpado
Ventana nuestra y de nadie
plena a la vendimia
de los cuerpos obstinados por la lluvia.
Ventana tuya y mía,
ventana sin pestillos
con qué clausurar los pequeños caos,
o las grandes soledades.
Ventana de la viuda que congrega
sombras de ósculos en su madera
de afiladas uñas.
Ventana que en el dormido cristal de su nobleza
lanza su desafío al tiempo que la enferma.
Ventana de tu beso a contraluz de las traiciones.
Ventana de mi propio mito
que atraviesa el corazón
hasta la misma entraña.
Ventana de mi enemigo, vieja y joven a la vez.
Cómo me llega este olor a vida
este inconfundible perfume,
estas cenizas y este espanto.
Con insistencia señala que su andar por el mundo le trajo experiencia y no le es ajeno:
Vengo húmedo, de tejer los ríos del mundo,
en los dibujos de mis manos,
como urdimbre de briznas asustadas.
En este libro el autor se ofrece como un estilista maduro y exquisito. Su lírica es superior y deleita a los lectores dejándoles un toque de poesía que permanece a nivel epidérmico. El siguiente poema es un buen ejemplo de ello:
LIMITE
Una flor,
entre la sombra y la luz.
Un rayo de luz.
entre unos labios y un beso.
Un beso,
entre la rosa y la fiebre.
Fiebre,
entre tu sexo y la noche.
Entre la noche y tu cuerpo,
una flor.
La poesía de Rodríguez del Valle es una poesía para leer y recomendar. Será conocida y estudiada por los futuros investigadores de la palabra escrita.
24 de noviembre de 2008
(*)Prof. Dr. Ernesto Kahan MD MPH
Médico – epidemiólogo - poeta
Prof. Universidad Tel Aviv, Israel y Prof. Universidad. Bar Ilan, Israel
Vicepresidente- Academia Mundial Arte y Cultura (UNESCO)
Presidente-Médicos Israelíes por la Paz y la preservación del Ambiente y ex Co – Vicepresidente de IPPNW (Org. Recipiendaria del Premio Nobel de Paz 1985)
Vicepresidente de IFLAC (Fórum Int. Por la Literatura y la Cultura de Paz.
Presidente de la Asoc. de Escritores en Lengua Castellana de la Federación de Escritores de Israel
Presidente Adjunto Unión Hispanoamericana de Escritores - UHE
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